Es hora de hablar del Herbalife de los artistas, los NFT. En los últimos dos años ha habido un boom del mercado del criptoarte, que vende obras de arte digital por Internet a miles de dólares cada pieza. Son los llamados NFT (non-fungible tokens), y su componente revolucionario es que no existen fuera de Internet. O, mejor dicho, es indiferente si existen fuera de Internet.
Miles de artistas se han unido a esta tendencia, lanzando sus obras al mercado cripto. Dentro de ellos, hay un perfil particular: los artistas con estilo vaporwave, diseñadores 3D, motion graphers, animadores y todos lo que puedan alinearse con el aire futurista ultramoderno que evocan los NFTs.
Sin embargo, algo huele a chamusquina. Los NFT son un mercado nuevo y, por tanto, hay que andar con precaución. ¿Son los NFT una estafa? ¿O son un producto esperanzador? En este artículo les explico qué son los NFT y cómo funcionan, y les presento 5 elementos en común con una estafa piramidal. No hay respuesta definitiva, pero sí material para la reflexión.
¿Qué es un NFT?
Se llaman NFT por su nombre en inglés, ‘non-fungible tokens’. En español, su traducción más cercana es ‘activos intangibles’. Es decir, una cosa que se puede intercambiar por otra cosa, pero que no se puede tocar porque no tiene existencia física.
Los NFT suelen ser piezas de arte en formato digital, como un archivo JPEG o un video de motion graphics, pero también pueden ser un link URL o un tweet. Por ejemplo, Jack Dorsey, el CEO de Twitter, vendió su primer tuit, el primer tuit de la historia, en forma de NFT y por $2.9 millones de dólares.
¿Qué tiene de cripto un NFT?
A diferencia de una foto que puedas comprar a un banco de fotos, o una ilustración que encargues a tu artista favorito, los NFT se compran y venden en mercados de criptomonedas, igual que las inversiones de bitcoin.
Por ejemplo, con el bitcoin, usas dólares para comprar una criptomoneda, bitcoin, que a su vez puedes transformar de vuelta en dólares. Si en el lapso entre que compras y vendes, el bitcoin se revaloriza en los mercados de inversiones, cuando lo conviertes en dólares tienes una ganancia.
Con el criptoarte es muy parecido. Por ejemplo, usas dólares para comprar Ethereum (otra criptomoneda popular), y con esta moneda compras la obra de arte. El artista que hizo el NFT puede convertir el ethereum de vuelta en dólares y ganar dinero.
¿Por qué se han hecho tan populares los NFT?
De entre todos los motivos que pueda haber, mi argumento es que una gran parte de la popularidad de los NFT y el mercado de criptoarte es porque es sospechosamente parecido a una estafa piramidal. He recogido 5 rasgos, inspirada en un artículo de la BBC sobre el tema:
1. La promesa de dinero fácil y rápido de los NFT
Los NFT venden la fantasía de poder ganar mucho dinero del arte, y así superar la maldición del artista pobre, de que la única forma de ganar dinero con el arte es ser rico desde el principio. Y que si no vienes de familia rica, quizá tu destino es el de Vincent Van Gogh, que vivió en extrema precariedad dando clases de pintura hasta el día que murió.
Poder ganar dinero del arte es una idea evidentemente atractiva para un artista y, por eso, muchos de ellos entran a probar suerte. ¿Serán ellos los afortunados que lo consiguen? No pierden nada por probar -o sí-.
La desigualdad de clase en el mundo del arte es una realidad omnipresente y aplastante. Desde mi punto de vista, la fórmula mágica para dedicarse al arte profesionalmente no es talento en bruto y una idea original, sino capital económico (dinero) + capital social (contactos y status) + capital cultural (educación y herencia cultural) + suerte= éxito. ¿Se puede conseguir sin alguno de estos elementos? Sí. ¿Es muchísimo más difícil tener éxito? También.
Por eso es tan atractiva la idea de los NFTs, porque promete saltarse esta realidad social tan aplastante con la que nos chocamos todos los artistas.
2. Pagar, pagar, pagar
Para poder vender tu pieza de arte digital en un catálogo de criptoarte, primero hay que convertir la obra en criptoarte. Este es un proceso que le inserta códigos blockchain a tu archivo y lo convierte en una pieza única. Igual que con la moneda, este proceso se llama acuñar (en inglés, «minting»).
Acuñar una obra no es gratis. Cada artista paga entre 70 y 100 dólares por cada pieza que acuña como NFT, con la esperanza de venderla a miles de dólares. Esto es sólo para poder colocarla como producto en el mercado de criptoarte.
¡Ah, pero hay más! En el momento de la venta hay más comisiones. Hay una «tarifa de gas» (gas fee) por pasar un NFT de un dueño a otro, y que ronda los 100 dólares por transacción. Los artistas pueden decidir si esa tarifa está incluida en su precio o si será algo que pague el cliente (pero alguien tiene que pagarlo).
En suma, tanto crear un NFT como moverlo es dinero que todos los involucrados tienen que pagar. ¿A quién, exactamente? Indefinido.
3. El criptoarte es un producto... dudoso
Como hemos dicho anteriormente, las obras de criptoarte suelen ser archivos JPEG (imagenes), videos cortos de animación 3D o motion graphics. Con cortos, me refiero a clips de 3-5 segundos, usualmente en loop.
Parte de la emoción de comprar un NFT es ser su «dueño oficial», y poder presumir de que tienes un NFT. Sin embargo, ¿eres su dueño realmente?
Pongamos que Leonardo Da Vinci vende una imagen de la Mona Lisa como NFT, y se la compra Mateo, un inversor multimillonario. ¿Es Mateo el dueño de la Mona Lisa que hay en el Museo del Louvre? No, no lo es. ¿Es Mateo el dueño de las millones de imágenes de la Mona Lisa que hay en Internet y en libros de texto de todo el mundo? No, tampoco. ¿Puede él impedir que los demás tengamos imágenes de la Mona Lisa? No, de ningún modo. ¿Entonces de qué es dueño exactamente? Mateo sería dueño de la línea de código blockchain que vincula una imagen de la Mona Lisa a su persona. Ese código es único e irrepetible, y dice que hay un JPEG de la Mona Lisa que es de Mateo. ¡Eso es todo!
Por poner otro ejemplo, este mismo GIF que he copiado y pegado desde Google Images totalmente gratis, pero también se vende como NFT por miles de dólares.
4. Los veteranos se benefician de los nuevos
El mercado de Ethereum funciona como el mercado Bitcoin: cuantas más personas invierten sus dólares y los cambian por Ethereum, más dólares vale cada criptomoneda.
Esto quiere decir que quien haya comprado 1 ETH hace un año por 340 dólares, hoy puede vender ese mismo ethereum por diez veces su valor (al momento de escribir este artículo, 3,600 dólares).
¿De dónde salen los más de 3 mil dólares de diferencia? De toda la gente nueva que está comprando ethereum con sus dólares, para hacerse ricos ellos también. Es decir, que los nuevos están haciendo ricos a los que llevan más tiempo, y los que lleguen después harán más ricos a los que hoy están llegando. Eso sí, siempre y cuando siga habiendo un flujo continuo de gente metiéndose a invertir. Justo como en un esquema piramidal, el último en llegar hace ricos a los veteranos.
5. Evangelistas del NFT
Al ser un producto muy nuevo y complejo, el mercado del arte NFT depende de embajadores. Divulgadores que difundan las bondades del criptoarte, y expliquen cómo funciona el mercado al público general.
Estos son la gente que ya está dentro (clientes y artistas) pero también famosos e influencers. A estos últimos, a menudo les pagan por hablar bien de los NFT. En ocasiones, ellos mismos lanzan sus propias piezas de criptoarte, que se venden muy caras y atraen a más gente. Este es el caso de Grimes, que sacó una colección de NFTs y ganó $6 millones de dólares, o de Lil Nas X, que acaba de sacar una línea.
Al igual que en el mercado del arte estándar, el éxito en el mercado del criptoarte también está sumamente ligado al capital social de los artistas. Por eso Grimes pudo vender sus obras con facilidad, cuando ni siquiera las había hecho ella. La cantante solo puso su nombre, un ilustrador hizo las piezas, y la collab dio los millones.
¿Trampa o esperanza?
Si hay que decantarse por un lado, yo me inclino porque los NFT son una estafa piramidal. El criptoarte promete beneficios demasiado buenos para ser ciertos, con muy poco esfuerzo, hay que pagar cantidades muy considerables para formar parte del mercado; y todo ello se apoya en un modelo financiero desregulado y especulativo, donde el último que llega (tanto artistas como clientes) es el que paga el enriquecimiento de los que ya están ahí.
Como persona que se dedica a la creatividad y las artes, y también como analista por mi formación en ciencias sociales, he querido hacer este artículo avisando a mis compañeros de gremio. Ya he visto demasiados artistas que conozco y respetaba metiéndose en esta trama especulativa, y no me gustaría que esta burbuja siga creciendo.
Si el tiempo demuestra que me equivocaba, bienvenido sea. Hasta entonces, tengan cuidado.
Algunas fuentes consultadas
- BBC. 4 señales para detectar una estafa piramidal (y por qué no hay que dejarse deslumbrar con famosos ni lujos). (2017) Redacción de la BBC.
- Dazed. Lil Nas X is fronting TikTok’s debut NFT collection. (oct 2021) - Patrick Benjamin.
- Forbes. What Are NFTs And Are They Here To Stay? (Jun 2021) - Tyler Gallagher.
- MIT Technology Review. Some artists found a lifeline selling NFTs. Others worry it’s a trap. (march 2021) - Abby Ohlheiser.
- La página web de OpenSea (2021) - Portal popular de compraventa de NFTs.
- The Verge: Grimes sold $6 million worth of digital art as NFTs (March 2021). - Jacob Kastrenakes.